Descanso de pecado contra el silencio: Virgen de la Soledad

Foto auto censurada por respeto.

L a gente está ocupada. Con sus quehaceres, las playas, los chiringuitos, las procesiones, el atender a los enfermos, en cuidar de la vida, de las plantas, de los jardines… y en esa ocupación se va haciendo el silencio para quien se enfrenta al abismo. Es verdad que el la crisis trajo el horror de abandonar tu propia casa. Tenían familia y no tenían nada. Pero tenían familia… no había silencio. Yo hablé con la Maestra que me cura y me salva… pero luego… el silenció es como el hueco de una campana gigante en la que el badajo no se mueve. Ruido hay. Pero silencio. sólo en mi lejana Iglesia de la Virgen del Carmen sin la que casi no puedo vivir.

Llevo varios días durmiendo a base de medicación… cuando duermes no piensas y cuando no piensas no te das cuenta de que no eres lo suficientemente valiente con lo que se te viene encima y para ti ya llegó, ya llegó hace muchos meses, el final del camino. ¿Otra casa? no es realista que pueda. Fue la de la Robla donde nací, en la misma cama, fue, El Colegio Menor, luego en casa de Chon -a quien poco conocía- porque no había dinero para el Colegio, luego, por un periodo la vuelta a la casa que ya no era la mía, luego Regueros, entre Chueca y Fernand VI, en ese sitio donde está enterrado el amor incomprensible. Luego fue San Vicente Ferrer y allí conocí el horror más grande que había conocido y conocí en Mal, y vi -ahora lo recuerdo- por primera vez su cuerto… luego otra que no recuerd ni la calle… la pinté, hice armarios maravillos. Siempre solo y en silencio. Luego ya Nueva York, la 23, luego también en la 23 la del Mexicano, luego, por fin, por muy poco dinero en un sofa, en casa de Ben… en la 19, difícil y fácil, cosas maravillosas y cosas que no lo fueron. Una amistad profunda clavada hasta el día de hoy. Ahorros y, por fin, mi apartamento encima de Ben. Nunca pasé de los 34 metros cuadrados de la Ministra que a todos escandalizo y a mi me sonaba a palacio. Vuelta a Madrid ¿el error? La vuelta a mi mundo que no era mi mundo. ¿Cómo se llamaba? la continuación de Felipe VI (Mejía Lejerica)…. habitación maravillosa, el regalo de Nacho y, a través de Miguel, el del FLAMENCO. Dias de vino y rosas. Un buen sueldo, tiempo, amigos -moscas- hasta que se acabó el sueño y caí en el primer cenagal. «Mercado Inmobiliario·» fue el triunfo de mi vida y su final. Nambroca en Toledo como de incognito con alguien tan raro que sentí el miedo físico. Pero de él me vino Ortega, Jualian Marías, Tournier!!!!! la filosofía y la literatura en vena de vez en cuando que llegan hasta hoy. Vuelta a MI casa en Fuencarral, comprada, hecha con mis manos, diseñada con el suero de todo lo que soy. Aquel espacio-templo en el que colocar mi propio templo, mi cuerpo. A 10 minutos de La Iglesia de la Viergen del Carmen, donde todas las heridas se sanan.

Virgen de la Soledad
Virgen de la soledad.

Y la vendí. Y así llegué a la generosidad de las hermanas que me dejaron el piso de los tres hasta que llegará mama. Y llegó. Y la cuidé, y me cuidó, y me dí cuenta de que esa casa no era mi casa. De que no tenía casa. Ni una habitación… había cumplido los 54. Y había vivido… vaya si había vivido. A algunos escritores la vida les fue bonito. Es mi caso en muchas ocasiones. En otras me fue feo. Las puñaladas más inesperadas, y las manos tendidas con tal generosidad que ni se podía uno imginar. La ayuda y la desayuda y en el centro de todo «yo» el culpable por atreverme a vivir mi vida y no una prestada o indicada. Que me vaya bonito.

Busco de nuevo una habitación. Y Prepararé una maleta para el resto de mi vida. Mientras pueda escribir…

Se acabará el aliento, y espero que el de arriba me juzgue con benevolencia, con caridad y con misericordia. Claro que he pecado, «el que esté libre de pecado ….

El domingo de Pascua tengo que ir a comulgar. Ayúdame señor. Yo se que te lo debo, que fue nuestro pacto. Pero sólo soy carne, y débil…

Madre… tu también estás hoy sóla, el mundo está slo por un día. Madre de la Soledad, la de las Angustias, la de la buena muerte, la Virgen del silencio, la que dudó, tan de carne como está carne  amante del cuchillos, madre de los gitanos, madre buena de los hombres malos, madre amantísima, madrepiadosa, Regina. Virgen de la Soledad.